el fulbo de los viernes

Disculpen la tardanza con la cual llega mi comentario, definitivamente lo mío no es la internet. Comenzaremos ahora con el análisis del último viernes, no sin dejar de poner los puntos sobre las íes. Pero vayamos por partes.

El último viernes presencié un partido un poco desganado, debo admitir, sin ese fuego característico de los viernes del Gustavo Costas. Con un equipo A que cuando apretaba el acelerador brillaba en todo su esplendor, con un trío feroz del medio para adelante. Aprovechamos para saludar a Dani Rodríguez, el cual perteneció al grupo selecto de los Tres Mosqueteros. ¡Pero si parecían Farro, Pontoni y Martino!

El equipo B durante varios pasajes del partido intentó emparejarlo, pero se quedó en intentos, guiados por las ganas de Lucas y Diego Rodríguez. Pero me da la impresión de que el partido siempre estuvo dominado por el equipo A. En fin, un partido con pocas luces, sin mucho que comentar. No fue una buena noche la del viernes.


Como es costumbre en esta columna, criticamos lo bueno y lo malo de todos nosotros. Aquí no se salva nadie, ni yo.
El último viernes presencié una actitud poco afortunada, sin duda cargada de desgano, lo cual muchas veces contagió al partido. Negro Pato, me parece que el viernes equivocaste el camino. No es esa la actitud. Sin dudas se me pueden achacar varias malas actitudes que tengo, pero nunca, nunca, entrego el partido, me toque con quien me toque, a los documentos me remito.
Sinceramente confiamos en que no habrá actitudes como ésta nuevamente, ya que no ayudan en nada a nuestro querido Fulbo de los Viernes.


¡Y por las dudas nunca está
cerca de las vías sin mirar atrás!


Zipo


PD: Esta vez me voy a retirar un poco del mundo de fantasías de nuestros personajes para cercarme a la cruda realidad de la TV basura.
¡Divina TV Führer! No sólo estamos contaminados de Chiches y Mauros, nuevamente han aparecido en escena. Pero si parcían Batman y Robin (con sus remeras poperas) contestando sobre cuándo había nacido Soda, o cuándo se habían creado esos raros peinados nuevos, que parecían verdaderos potus.
Pedimos por favor a los directores de programación de todos los canales que no se vuelva a repetir. Y no pienses con esto que quiero y no voy a entrar en ninguna conflictiva discusión cibernética. Querido Cosovich, vos fuiste a ver una despedida, ¡y nada más queda! Yo persigo desde hace años algo tan real como el mito del Rey. Somos muy diferentes, lo dijo el Capitán Ojo Muerto: nosotros somos los hijos de mil putas, persiguiendo cierto fuego que no se enciende frotando dos palitos.